EL PRESUPUESTO DE UN TRABAJO DE PINTURA
No es necesario subrayar la importancia que tiene “el presupuesto” en el desarrollo de la actividad del aplicador de pintura y de cualquier actividad empresarial en general.
El presupuesto es, por una parte, la tarjeta de visita de la empresa o autónomo que va a prestar el servicio. Una presentación profesional puede generar confianza en el cliente e inclinar la balanza en su decisión final.
Si es aceptado y firmado tiene carácter contractual y por ello debe elaborarse correctamente tanto en la presentación de las partidas como en la valoración de las mismas. Por su parte la valoración ha de considerar todos los costes y un beneficio justo para el prestador del servicio.
Hoy en día los clientes demandan rapidez en los trabajos y transparencia en los precios. Si eres pintor autónomo o tienes una empresa de pintura, es muy importante que sepas cómo hacer un presupuesto de pintura que se ajuste a lo esperado por los clientes.
Es habitual que los clientes soliciten varios presupuestos, por lo que tendrás que destacar frente a otros pintores. Debes destacar frente a otros compañeros de profesión.
Entendiendo el proceso en sentido amplio, vamos a referirnos a una serie de fases en la elaboración de un presupuesto profesional.
1.- CONTACTO CON EL CLIENTE Y TOMA DE DATOS
En esta fase el cliente plantea sus necesidades, más o menos perfiladas, en ocasiones demanda asesoramiento o ideas creativas. Se determina el servicio a realizar. Se toman las mediciones de las superficies sobre las que se van a desarrollar los trabajos.
Durante esta fase es muy importante escuchar y responder a los clientes teniendo en cuenta sus preocupaciones; tomar notas; cuidar la higiene y la puntualidad. Estas medidas son especialmente relevantes en el sector de las reformas, por los estereotipos a los que suelen enfrentarse este tipo de empresas.
El contacto ha de ser presencial. Debe visitarse la obra.
No hacer presupuestos, tomando datos por teléfono, o copiándolos de otros, sin visitar la obra.
2.- CALCULO DE MATERIALES
Una vez tomados los datos in situ procedemos a calcular la cantidad de materiales necesarios para esa obra y a su valoración.
Durante la toma de notas es importante medir con la mayor exactitud posible el ancho y alto de las paredes, así como los techos de pasillos, habitaciones, cocina y baños (si es necesario).
Con estas medidas, revisando la ficha técnica en la que figuran los rendimientos de los materiales empleados se debe calcular cuánta pintura se necesita para la superficie a pintar, así como todos los materiales extra que puedan hacer falta: papel para tapar, lija, cintas, disolventes, etc.
Aunque el rendimiento de la pintura elegida puede variar en cada caso, se recomienda presupuestar unos litros más de los que sean estrictamente necesarios.
En el apartado de materiales debe tenerse en cuenta el coste de todos los materiales empleados, no solo la pintura.
3.- CALCULO DEL TIEMPO PARA HACER LA OBRA.
Es muy importante calcular correctamente el tiempo que se necesita para realizar cada trabajo de pintura, para determinar el coste de la mano de obra. Los clientes demandarán esta información ya que para ellos es muy relevante el tiempo que duren los trabajos.
Para calcular el tiempo total, no deben olvidarse conceptos como, la preparación de las estancias, mover muebles, la limpieza final, etc.
A este tiempo total necesario para hacer la obra “in situ”, debe añadirse el necesario “in itinere”, es decir, los desplazamientos hasta y desde el lugar de trabajo.
Una vez determinado el tiempo total debemos transformarlo en coste de mano de obra. Si se utilizan trabajadores por cuenta ajena se calculará el coste por hora de cada trabajador y lo se multiplicará por las horas que requiera el trabajo. No debe olvidarse añadir dietas y kilometraje si fuera necesario.
Si el trabajo lo realiza el propio autónomo se debe determinar su propio coste por hora, como si fuese un trabajador por cuenta ajena.
Un autónomo debe valorar el coste de su mano de obra como si se tratase de un trabajador por cuenta ajena.
3.- OTROS COSTES DIRECTOS A TENER EN CUENTA.
Los materiales y la mano de obra son los costes directos más relevantes en una obra, pero no los únicos.
En obras de pintura en fachadas es muy frecuente la utilización de andamios o plataformas elevadoras. El alquiler de los mismos debe figurar enel presupuesto así como el coste de la licencia de obra o impuesto por ocupación de calzada etc., a no ser que se especifique en el presupuesto que corren a cargo de la propiedad.
4.- LOS GASTOS GENERALES
Hay una serie de costes generales en cualquier actividad económica que deben asumirse con los ingresos conseguidos en las obras realizadas a lo largo de todo el año, por lo que han de tenerse en cuenta a la hora de dar un precio, aunque no se especifiquen concretamente en cada presupuesto.
En este apartado se pueden enumerar como ejemplo los alquileres de locales y vehículos, amortización de maquinaria y elementos de transportes, seguro de responsabilidad civil, seguros de vehículos e itvs, gastos del personal de oficina si los hubiese, gasto de gestión de residuos, prevención de riesgos laborales, etc.
5.- EL PRECIO FINAL
Una vez hechos los cálculos de todas las partidas anteriores se suman y se le añade un porcentaje razonable de beneficio empresarial.
A través de la experiencia y de información del sector, se pueden consultar listas de precios orientativas para cada obra que nos pueden orientar para calibrar si tenemos margen de añadir un beneficio mayor o más discreto.
En todo caso no debe presupuestarse por debajo de costes, y para ello hay que conocerlos y valorarlos.
6.- EL PRESUPUESTO COMO HERRAMIENTA DE MARKETING
Además de poner en el presupuesto el importe y la descripción de los trabajos a realizar, podemos añadir información complementaria que nos diferencie de la competencia y ayude a inclinar la balanza a nuestro favor.
Debe valorarse, para cada cliente y obra, si se especifican o no los metros cuadrados de cada partida en el presupuesto.
Enumeramos a continuación algunas fortalezas o complementos que nos pueden diferenciar de la competencia:
.- Relación de tareas a desarrollar y explicación del sistema de trabajo.
.- Calidad de los materiales empleados. Enumeración y características básicas de los productos que se van a utilizar.
.- Seguro de RC.
.- Certificado de gestión de residuos.
.- Pertenencia a Asociaciones, Fundaciones, ONGs, Cámaras de Comercio, etc.
.- Certificados de calidad.
.- Planes de Prevención de Riesgos Laborales.
.- Otros. Podemos incluir, si aportan valor, cursos, premios etc.
7.- OTRAS CONSIDERACIONES A TENER EN CUENTA
- Entrega una copia del presupuesto al cliente y guarda otra para ti. Si haces el presupuesto en papel, tendrás que elaborar la copia en este formato. Si lo haces en formato digital (recomendable), podrás acceder a la copia desde cualquier lugar, ya que podrás consultar el presupuesto a través de tu smartphone y otros dispositivos.
- Repasa los detalles. El número de capas de pintura que hayas acordado con el cliente, los tipos de pintura, etc.
- Ten en cuenta los trabajos extra. Deja claro con el cliente todos los aspectos del servicio, como quién ha de mover los muebles, hacer la limpieza después de pintar, etc.
- Si decides entregar tu presupuesto en formato digital, llama a los clientes tras hacer la entrega del documento, para tener otra oportunidad de convencerles. Apostar por el formato digital puede ser una gran idea, ya que hoy en día a los clientes les resulta más sencillo leer los presupuestos y consultarlos desde cualquier lugar o dispositivo.
Si el presupuesto es aceptado es muy importante que tanto empresario o autónomo, como cliente tengan una copia firmada por los dos.
8.- ADAPTAR EL PRESUPUESTO A CADA TIPO DE CLIENTE
No todos los clientes valoran lo mismo. Algunos descartarán la ofertas más baratas, otros descartarán las ofertas más caras y, un porcentaje elevado, elegirá al pintor según la impresión de profesionalidad que le cause el pintor.
¿Cómo saber qué es lo que esperan los clientes?
Los clientes se podrían clasificar en tres rangos distintos, según el presupuesto que tengan disponible y la calidad que esperan de los profesionales.
- Clientes que buscan el mejor precio: Este tipo de clientes se caracteriza por disponer de un presupuesto más bien reducido para realizar el trabajo. Es posible que tengas que sacrificar algo de calidad en los materiales para cumplir las expectativas de estos clientes (antes de reducir márgenes como la mano de obra, por ejemplo).
- Clientes que buscan una buena relación calidad-precio: Aquí englobamos a la mayoría de clientes. Quieren un resultado profesional y disponen de un presupuesto en la media del mercado. Para conseguirlos deberás destacar frente a otros pintores aplicando los consejos que ya hemos indicado.
- Clientes que buscan la mejor calidad: Este tipo de clientes son aquellos para los que el precio no es un factor tan determinante. Tendrás que emplear pintura de primera calidad y quizás asesorarles en temas de interiorismo, paleta de colores, etc. Pese a que son más exigentes, la rentabilidad que consigues es mayor.
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