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El Estuco

El Estuco

El estuco y el oficio de estucador

Estuco masa hecha con cal o yeso y polvo de mármol, que se aplica a manera de enfoscado a las superficies, tanto interiores como exteriores (paredes, columnas, etc.) o bien se utiliza en el moldurado de decoraciones arquitectónicas. Los griegos ya utilizaban esta técnica –generalmente, añadían polvo de mármol para cubrir los sillares–, pero fue durante el Imperio Romano cuando se empleó más asiduamente y de forma más diversa (imitación a mármol, pinturas murales, estatuaria, etc.). En la Edad Media, se empleaba el estuco dorado para imitar la orfebrería en los frontales y retablos. El estuco policromado fue la base de los grandes conjuntos decorativos del Renacimiento y del Barroco (Vaticano, Fontainebleau). Aunque durante el Modernismo se aplicó en la decoración de relieve, no pasó de ser fue una moda pasajera y en la actualidad el trabajo en estuco ha caído dentro de la producción en serie y resulta poco interesante.

[Traducción al castellano de la definición publicada en la acepción estuco de la Gran Enciclopedia Catalana (1.ª ed., diciembre de 1974; 1.ª ed. corr., febrero de 1981).]

En el ámbito de las nomenclaturas y las clasificaciones estadísticas, el Instituto de Estadística de Cataluña (IDESCAT), organismo responsable de su elaboración y gestión, en su “Clasificación catalana de ocupaciones” del año 1944 incluye el oficio de estucador dentro el grupo primario de los enfoscadores de mortero, yeseros y estucadores

[La Clasificación catalana de actividades económicas, 1993, rev. 1.ª, recoge la actividad económica derivada de este oficio dentro de la subclase de enfoscador, código 45410.]

 

Un poco de historia

Repasando un poco la historia, los primeros estucos se hallan en los paramentos enlucidos de las pirámides de Menfis. Los egipcios acababan con estuco las pieles de sus edificios para tapar las juntas de los sillares de las piedras y posteriormente, cuando el tendido estaba fresco, pintarlos o policromarlos.

Los griegos, cuando en sus construcciones utilizaban la piedra picada sin presencia, la recubrían con unos tendidos de pasta de estuco, que acto seguido enlucían y, cuando todavía estaba fresca, la ornamentaban y pintaban, como puede verse en los monumentos dóricos de Sicilia, Pesto, etc.

Los romanos utilizaron el estuco con frecuencia. Su utilización se generalizó por todo el mundo romano. En los procedimientos de construcción, tuvieron la misma suerte que las artes que pasarían a Occidente a finales del Imperio Romano. Vitruvio, en su libro sobre la construcción, habla de las siete pieles de los paramentos de los edificios: el arenatum, el trullistatum y los diversos tendidos de pasta.

En la Península Ibérica, pueden verse claramente estucos de influencia romana en Cataluña y Levante, realizados con cal, arena y polvo de mármol, con ornamentaciones florales, vegetales, paisajísticas, figurativa y mitologías, etc. Y estucos de influencia musulmana en los territorios de Al-Andalus, realizados con cal y yeso, que se conservan en La Alhambra de Granada, con ornamentaciones epigráficas que contienen versículos del Corán y frases poéticas de escritores islámicos. Las ornamentaciones son vegetales, florales y también geométricas. De estas últimas, actualmente tenemos un ejemplo en los esgrafiados segovianos, de fondo raspado y superficie enlucida exclusivamente y con un grosor entre la capa de fondo y la superficie que puede llegar a ser de 20 a 25 mm, frente al estuco catalán, que es de 5 mm como máximo, y que se realizan con plantilla, a diferencia de los de tradición catalana, realizados con estarcidos de papel y no tan repetitivos.

Los diccionarios y las enciclopedias hablan del estuco de yeso, que no debe confundirse con el de cal y arena de mármol, que se utiliza para el recubrimiento de fachadas, paramentos y bóvedas. El estuco de yeso es una pasta hecha con sulfato de calcio (yeso de Bolonia, yeso de pintor, blanco de España) y agua de cola de conejo que sirve para preparar objetos y retablos de madera, para acabarlos con pan de oro o policromías.

Sobre los objetos a dorar o policromar se aplican varias capas de pasta de yeso, y entre capa y capa se afina. A continuación, cuando se tiene la textura deseada, suficiente grosor y planimetría, se aplican varías capas de bol de Armenia y se bruñe con una piedra ágata. La superficie de madera ya está preparada para ser policromada o recibir el pan de oro. Esta técnica de estuco la aplican los doradores y los escultores de imágenes.

El oficio de estucador, como se ve, es un oficio que busca imitar los materiales deseados. Con la técnica del estuco planchado al fuego, pueden imitarse mármoles relucientes y pulcros que es difícil de encontrar en la naturaleza, tanto por su color como por su jaspes, sobre un paramento de piedra sin ningún valor. Sobre un tapial pueden hacerse imitaciones de piedra o de obra vista, hacer esgrafiados, columnas o molduras, así como paisajes pintados al fresco, para lo cual se precisan ciertas habilidades manuales y unas dosis de buen gusto por el trabajo bien hecho, así como ser muy metódico en la limpieza de las herramientas y los utensilios, para no contaminar las pastas de colores.

 

La cal

El estucador empieza a trabajar en su obrador seleccionando la mejor cal, que ha de ser la más blanca y la menos densa posible para el apagado de la cal viva.

La cal es una piedra calcárea que se cuece en el horno, se deshidrata y, una vez calcinada, se transforma en cal viva. Por acción del fuego, pierde algunas propiedades, pero pasa a adquirir otras acaso más valiosas.

Con el balsa superior llena de agua, en una proporción de 3,5 litros de agua por kilo de cal, se vierte la cal en su interior. Acto seguido, se produce una reacción exotérmica (calentamiento de la mezcla de agua y cal) y, con las debidas medidas de seguridad y protección, se bate hasta obtener una mezcla homogénea. Seguidamente, mediante un depresor, se criba la cal en las balsas subterráneas de reposo, al objeto de separar la cal apagada de las piedras no calcinadas e in cocidas y, cuando se produce la decantación de la cal del agua, el agua sobrante se bombea nuevamente a la balsa superior y se prosigue con el proceso de apagado.

Esta cal apagada en la base subterránea de reposo tiene que permanecer un mínimo de 6 meses cubierta con agua antes de poderse utilizar.

 

Los pigmentos

Son los minerales que dan color a la cal.

Los pigmentos a mezclar con la cal son tierras de color de origen natural. Estos colores tienen que poseer las tres características siguientes:

  • ser resistentes a los rayos ultravioleta para permanecer estables a la luz del sol;
  • ser resistentes a los álcalis para que la cal no se los coma y permanezcan inalterables, y
  • ser resistentes a los ácidos, para resistir las inclemencias meteorológicas y las lluvias ácidas, y por si se diera el caso de que su acabado fuera lavado al ácido.

Por tanto, la paleta de colores del estuco es algo limitada y todos los colores pueden mezclarse entre sí.

Entre las tierras colorantes, se encuentran tres gamas resistentes:

  • la del óxido de cromo, de color verde,
  • la del óxido de cobalto, que equivale al color azul y
  • la de los óxidos de hierro, que van desde el amarillo hasta el negro, pasando por el ocre, el siena, el cuero, el mangra y el marrón, entre otros.

Siempre debemos asegurarnos de la máxima calidad de los materiales que empleamos para estucar.

Realizaremos una muestra sobre un superladrillo, medio enlucida y medio labrada, que colocaremos a la intemperie durante 30 días, con una mitad protegida del sol. Al cabo de treinta días a sol y serena, destaparemos la parte protegida y la compararemos con la parte que no ha sido protegida. Si el color no ha experimentado alteración alguna, sabremos que la tierra colorante empleada es resistente a los álcalis y estable a la luz del sol. Sólo faltará lavarla con una disolución de ácido clorhídrico al 10 %. Si no varía, es que el pigmento que tenemos entre manos es un excelente colorante para teñir la cal.

Para realizar la mezcla de color con la cal, es mejor disolver el colorante con agua de cal procedente de la decantación. Una vez deshecha, la pasaremos por un cedazo de 120 mallas; la cantidad de color añadido a la cal no debe sobrepasar en ningún caso el 10 %.

 

Los áridos

El polvo y la arena más adecuados para el estuco son los de carbonato cálcico blanco, conocido como mármol blanco del país. Hay que procurar que tenga poca cantidad de jaspe negro para que sea lo más blanco posible y así favorecer la coloración, y también porque las aristas son más vivas.

En algunos trabajos de estuco, lavados al ácido, en la época modernista, se utilizaban como áridos vidrio triturdo de diferentes colores, mica, corindón, carburundo, etc., para obtener reflejos de diferentes tonalidades.

Las primeras capas que se aplican son las de los áridos más gruesos y, posteriormente, las de grano más fino. La granulometría de los áridos más frecuentes es la siguiente:

Mármol grueso: de 1,5 a 2,5

Mármol llamado de estuco: de 1 a 1,5

Mármol fino: de 0,5 a 1

Polvo grueso: de 0 a 0,5

Las pastas o morteros

Las pastas o morteros son el resultado de mezclar la cal con áridos y tierras de colores y se clasifican en dos tipos de pastas: la magra y la grasa.

La pasta magra está compuesta por cal grasa reposada; cuando más tiempo permanece en reposo, más calidad adquiere. Tiene una dosificación de un volumen de cal a una densidad media por un volumen de arena de mármol. Esta pasta se utiliza con diferentes granulometrías siempre para los tendidos.

La pasta grasa, como su nombre indica, es más rica en cal que en áridos. Se hace una pasta con una medida de cal a una densidad media por tres cuartas partes de la medida de polvo de mármol. Esta pasta sólo se utiliza para el estuco enlucido.

Estas pastas se preparan siempre dentro de un bidón de hierro, en el que se introduce la cal teñida y se va añadiendo el árido de mármol. Ambos se mezclan con la ayuda de un agitador eléctrico o manual.

Las herramientas

Las herramientas básicas del estucador son: la paleta, el paletín, la paleta de enlucir, la llana, el fratás, la paletina triple y el cepillo o pincel de esparto. Y, para contener el material, las calderetas de hierro, conocidos como calderetas italianas. Los contenedores para la cal no pueden ser de goma, pues la cal los alteraría.

La paleta sirve para poner la pasta en el fratás de madera, el cual se utiliza para realizar los tendidos de la pasta en el paramento y aguantar la pasta para poderla coger más cómodamente con el paletín.

Con el paletín extendemos la pasta por los rincones y realizamos las aristas. La paleta de enlucir o llana sirve para aplicar pasta grasa sobre el paramento y hacer el acabado fino. La paletina triple sirve para remolinar el estuco enlucido.

Remolinar es lavar el estuco enlucido con agua de cal.

La sierra de labrar y la carda sirven para dar textura al estuco raspado.

El cepillo o el pincel de esparto sirven para dar el último acabado al estuco, salvo en las pinturas al fresco y los planchados en caliente.

 

Estucos

Para realizar todo tipo de estucos existen dos técnicas básicas: la técnica del labrado y la del enlucido. Combinando ambas técnicas obtenemos toda la gama de estucos.

El estuco labrado es de textura rugosa y mate, y puede presentar tres rugosidades diferentes: la más gruesa, de 2,5; la intermedia, de 1,5, y la más fina, de 0,9.

Lo primero que tenemos que hacer es elegir el color del estuco y la textura del árido. Cuando ya tenemos claros estos dos conceptos, hacemos la pasta magra. Los estucos siempre se aplican sobre un enfoscado de mortero de cal que previamente ha preparado el albañil. Antes de empezar a aplicar la pasta, pasamos el cepillo por la pared para sacarle el polvo y los granos desvinculados de mortero. A continuación, realizamos el primer tendido con pasta magra, con la ayuda del fratás de madera. Cuando está eixamorat,[1] realizamos el segundo tendido y, posteriormente, cuando éste también esté eixamorat, aplicamos la tercera capa o repretado, que sirve para regularizar y compactar la pasta estrujándola describiendo círculos con el fratás. Tras aplicar las capas de tendido de pasta magra, procedemos al labrado con una carda o sierra de labrar que será la textura de grano de mármol escogido. Finalmente, cepillaremos a plomo y a nivel.

El estuco enlucido es un estuco de textura fina y mate.

De él se realizan tres tendidos, al igual que el estuco labrado, con la diferencia de que cada capa puede ser de grano diferente, empezando por el más grueso y acabando por el más fino. Tras cada tendido, la pasta se estruja. Una vez realizados los tres tendidos, se enlucen con pasta grasa y con la ayuda de la paleta de enlucir o la llana; posteriormente, se reenluce con el llec de cal de la misma paleta que queda de enlucir. Cuando el enlucido está eixamorat, se remolina con agua de cal con la paletina triple, a plomo y a nivel, y finalmente se desempolva con el cepillo a plomo y a nivel.

La pintura al fresco

La técnica de la pintura al fresco es una técnica de pintura sobre un paramento fresco enlucido sin lavar con agua de cal ni cepillar, porque es necesario que el paramento tenga el poro abierto y sea tan absorbente como sea posible para pintar sobre él con agua de cal y tierras colorantes, como si se tratara de una acuarela. Al se absorbente, el paramento absorbe la mezcla, la cual queda fijada y carbonatada en el muro.

Esta técnica se utiliza para la realización de murales y fachadas, para la ornamentación de paramentos y bóvedas. El ejemplo más importante son las pinturas de la Capilla Sixtina.

Estuco planchado en caliente o estuco al fuego

Es una de las técnicas más antiguas de imitación de mármoles. Para ello, se siguen los pasos que para realizar una pintura al fresco. Cuando tenemos el paramento enlucido, aplicamos dos capas de tinta grasa campides, una a plomo y, acto seguido, la otra a nivel.

Cuando ambas capas están eixamorades, aplicamos una tercera capa con el pincel de tamponear. Estas tres primeras capas de tinta son del mismo color, mientras que la cuarta capa de tinta grasa tamponeada es de un color más fuerte y más esponjada. La tinta grasa es una mezcla de 15 kilos de cal anegada por 400 gramos de jabón de coco, que se deja reposar y se tiñe del color deseado.

El paramento, una vez eixamorat, se plancha con un hierro de planchar basto, y posteriormente se plancha con un hierro fino, tantas veces como sea preciso hasta lograr el lustre deseado.

Si se desea obtener una imitación de mármol, hay que realizar tantas tintas grasas como tonos tenga el mármol a imitar; posteriormente, plancharlo con hierro caliente y, acto seguido, pintar los diferentes jaspes o betas que tenga el mármol. Después habrá que volver a planchar con hierros finos y, si se precisara realizar una cenefa vaciada como ornamentación, previamente tendríamos la plantilla de zinc bugidas y, con la ayuda de una carda colocando la plantilla sobre el estuco, iríamos vaciando. Desempolvaríamos la cenefa y lo repasaríamos con un hierro muy fino. Este tipo de estuco puede verse en los vestíbulos y las escaleras de algunas casas del Ensanche de Barcelona, y también en los paramentos de la Casa de la Maternidad.

Esgrafiados

Los estucos esgrafiados pueden clasificarse en dos tipos: los de técnica antigua y los de técnica modernista.

La técnica antigua, a diferencia de la técnica modernista, es de fondo raspado y superficie enlucida y el esgrafiado se realiza en una sola jornada de trabajo, sobre dos tendidos de pasta magra, de la granolometría deseada y el color escogido.

Se aplica un emblancado o un enlucido muy fino. Cuando éste está eixamorat lo remolinamos con agua de cal y lo desempolvamos. Acto seguido, calcamos los dibujos estarcidos en papel de embalar, con la ayuda de una muñeca de carbón vegetal. Cuando tenemos el dibujo calcado sobre el paramento, procederemos al cortado con una navaja y con una inclinación de 45º interior (para evitar que el agua penetre entre el enlucido y el raspado). Una vez cortado todo el dibujo, con la ayuda de una sierra de labrar o carda y espátulas de estucador realizaremos la textura del fondo y lo desempolvaremos con el cepillo o el pincel de esparto. Uno del mejores ejemplos de esta técnica de estuco se halla en la fachada de la iglesia parroquial de Sant Martí, en Sant Celoni (Barcelona).

La técnica modernista del esgrafiado es la mezcla de todo tipo de técnicas de estuco, texturas y colores. Pueden ser de fondo enlucido y superficie enlucida, de fondo enlucido y superficie raspada, de fondo raspado y superficie enlucida o de fondo raspado y superficie raspada. Todos ellos pueden pintarse y policromarse al fresco. También pueden ser de fondo enlucido o raspado y superficie planchada en caliente, de fondo escodado y superficie enlucida, etc.

A diferencia de la técnica antigua, el estuco esgrafiado modernista siempre se realiza en dos jornadas distintas de trabajos. Durante la primera jornada, se crea la textura deseable de fondo a todo el paramento. Este fondo se deja carbonatar durante quince días. A continuación, se aplica una capa de trepa o protección, del mismo color que la textura del fondo, la cual evitará que éste se ensucie.

Sobre esta preparación, podemos realizar el tipo de estuco que queramos. A continuación, calcaremos los dibujos con la misma técnica antigua y el mismo tipo de corte con la navaja. Lo único que varía es el vaciado: puesto que como fondo del estuco ya tenemos la textura realizada y carbonatada en jornadas anteriores, la cual, en consecuencia, está seca, con la ayuda de las espátulas iremos separando la parte tierna del fondo seco y, de este modo, obtendremos el dibujo de adorno y sólo nos quedará desempolvar. Este tipo de estuco puede observarse en muchas fachadas de Barcelona, como la Casa Ametller del Paseo de Gràcia; también en Sant Miquel del Cros, en Argentona, o en las fachadas del auditorio de Viladecavalls.

Con las técnicas descritas anteriormente, podemos realizar todo tipo de imitaciones: de piedra escodada, de piedra abujardada, de piedra cincelada, de piedra desbastada, etc. También cabe mencionar las imitaciones de mármol o de obra vista en Cataluña y Aragón.

La Gran Enciclopèdia Catalana, en su edición de 1981, se refería al estuco como una producción en serie poco interesante. Afortunadamente , la situación actual es muy distinta.

Por una parte, tenemos el trabajo de restauración o rehabilitación de edificios, esgrafiados, planchados, pintados, y, por otra parte, los estucos tradicionales de cal, que tienen ventajas sobre otros tipos de recubrimientos, como la transpiración, el aislamiento térmico y auditivo natural y ecológico, además de que todos los residuos que producen pueden recuperarse fácilmente y reincorporarse a las primeras capas de tendido de pasta magra.

Se está utilizando mucho el estuco planchado en caliente, variando los diseños y los colores tradicionales con colores más actuales para la realización de salas, comedores, cocinas, baños, quirófanos, etc. Frente a las baldosas y los recubrimientos de mármoles, tiene la ventaja de que no presenta ninguna junta, por lo que es mucho más limpio.

Los talleres artesanos de estuco que funcionan en Cataluña, con frecuencia van a realizar obras fuera del país.

El estuco planchado actualmente se utiliza con mucha frecuencia para la realización de obras de diseño de interiores, con colores muy personalizados, y los enlucidos y raspados se utilizan en los recubrimientos de fachadas.

La pintura al fresco y los esgrafiados se emplean básicamente en murales de vestíbulos y exteriores.

Las pinturas a la cal y los estucos repretados y destonificados son frecuentes en la rehabilitación de masías.

Tras muchos años de lucha y esfuerzo, y realizando un producto de mucha calidad, el oficio de estucador vuelve a estar prestigiado.

 

Oriol Garcia Conesa

Maestro artesano estucador

 

Barcelona, setiembre 2008

[1]              eixamorat es el estado en que está el tendido de la pared cuando se toca con la punta de los dedos y se notas que está fresco pero los dedos no se ensucian con el color de la pasta.

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